1 - Los Au Pairs son intrusivos
Si crees que invitar a amigos a casa un fin de semana es intrusivo, entonces una au pair es intrusiva. Más en serio, la au pair se convertirá rápidamente en parte de vuestra familia. Después de los primeros momentos, en los que por supuesto es necesario conocerse, será un poco como acoger a un sobrino o sobrina. Se quedarán contigo y se adaptarán a las normas familiares, pero les parecerá normal verte en bata a la hora del desayuno. Y si te preocupa tu intimidad, por supuesto puedes establecer normas y compartirlas con tu au pair. Éstas pueden referirse a la hora de ir al baño o a los momentos en los que el silencio es la norma. Pero no olvidéis que el au pair no es un empleado doméstico, sino alguien que formará parte de vuestra familia durante mucho tiempo.
2 - Los au pairs necesitan mucha organización
Por supuesto, vuestro au pair necesita un mínimo de visibilidad sobre su horario para planificar las treinta horas semanales que pasará con vuestros hijos y aprovechar al máximo su tiempo libre. Pero si surge un imprevisto, ¡allí estarán! ¿Está enferma vuestra hija pequeña? El au pair puede recogerlo del colegio mientras tú terminas tu trabajo urgente. ¿El niño mayor está invitado a una fiesta de cumpleaños el próximo miércoles? La au pair se encargará de ello e incluso puede recoger un regalo mientras tanto. ¿Tenéis una reunión larga? Tu au pair puede dar de comer a los niños y tú volverás a tiempo para la historia de la tarde. ¿Organizarse? Sí, un poco, pero con una au pair, los imprevistos son mucho más fáciles de gestionar.
3 - Las au pairs interfieren en la educación de los niños.
Tu au pair no es un profesional del cuidado de niños. Y eso es una buena noticia, porque él o ella no tiene grandes principios sobre la educación de los niños. En otras palabras, en vuestra casa prevalecerán vuestras reglas. Tu au pair querrá transmitir lo que tú le pidas. Y como en el caso de BUTRFLY, él o ella ha sido elegido para que coincida con tus rasgos de personalidad, tendréis el doble de posibilidades de llevaros bien.
4 - No puedo acoger a un au pair porque no tengo habitaciones disponibles
El au pair forma parte de la familia. Lo ideal es que tenga una habitación separada en tu piso o casa. Pero en algunas ciudades, donde el espacio es escaso, no se dispone de habitaciones adicionales. En ese caso, es posible alquilar al au pair una habitación o alojamiento en otra dirección, a ser posible cerca del domicilio familiar. La familia corre con los gastos y la au pair sigue comiendo en casa de la familia. Para más información, estamos a tu disposición.
5 - Los au pairs son caros y están llenos de burocracia
Elegir una au pair significa pagarle una paga cada semana, además de alojamiento y comida. Es cierto que no es nada, pero es mucho menos que una niñera a tiempo completo. Además, la au pair está ahí para facilitar la vida familiar y ayudar en las tareas cotidianas, sea cual sea el número de hijos. BUTRFLY puede ayudarte con los trámites. En total, tendrás que darte de alta en el seguro de enfermedad y cotizar a la seguridad social si la estancia es superior a 3 meses. ¿Eso es todo? Sí, eso es todo. En cuanto a la paga, BUTRFLY se encarga de todo y transfiere cada lunes la cantidad acordada a la cuenta de tu au pair.
6 - Los au pairs son para familias perfectas (una madre, un padre y niños)
Tanto si sois una familia monoparental, una familia homoparental o una familia mixta, por supuesto que tenéis derecho a la felicidad de tener un au pair en casa. Basta con que tengáis al menos un hijo en casa para poder acoger a un au pair en vuestro hogar. Y para quererlo de verdad. Eso es todo.
7 - Un au pair es un extraño en tu propia casa.
Tu au pair no será un extraño durante mucho tiempo. Con el sistema BUTRFLY y la selección multicriterio, os damos todas las posibilidades de congeniar. Incluso se prevén entrevistas en vídeo para que os conozcáis antes de partir. Una vez en casa, serás tú quien adopte a tu au pair, igual que él o ella adoptará a tus hijos. ¿De qué se trata? Hacer de vuestro au pair un nuevo miembro de la familia lo antes posible, explicándole vuestras costumbres y lo que es importante para vosotros, e introduciéndole en vuestra cultura y lo que os gusta, igual que él os introducirá en sus orígenes. ¡No os damos un mes para que os volváis inseparables!
8 - La au pair es una joven de la casa que corre el riesgo de dinamitar mi relación
Ah, el mito de la au pair… Es mucho más probable que tu au pair sienta curiosidad por conocer a chicos de su edad que por hacerle ojitos a tu marido. No obstante, si esta posibilidad te quita el sueño, siempre puedes optar por una au pair joven. Eso también está bien.
9 - La au pair es una adolescente inmadura con problemas
Se necesita equilibrio y madurez para decidir irse al extranjero, lejos del capullo familiar, para experimentar cosas nuevas y descubrir otro mundo. Hace falta madurez para decidir dedicarte a los demás (en este caso, a tus hijos). Se necesita apertura de espíritu para atreverse a abandonar todos los hábitos y adoptar otros nuevos. Por supuesto, como todo el mundo, tu au pair puede tener episodios de depresión. Pero sería una buena señal que los compartiera contigo. Puede que incluso te sientas honrado. Y puede que algún día quieras compartir tus propios estados de ánimo con tu au pair. Esa es la alegría de ampliar la familia y tener a alguien muy cerca con quien compartir la vida.
10 - Los au pairs son buenos para cuidar niños pequeños
Un au pair es un poco como un hermano o hermana mayor. Pueden estar ahí para los mimos y los juegos, pero también para los dibujos y las acrobacias en el parque, y más tarde para los deberes y las confidencias. No hay edad incorrecta para una au pair. De hecho, algunas au pairs llegaron cuando los niños eran muy pequeños y se quedaron durante años porque el vínculo era muy fuerte. ¡Cuando te decimos que una au pair es un nuevo miembro de la familia!
